Jennifer Lopez y Ben Affleck no sólo se reconciliaron después de muchos años, sino que anunciaron su compromiso y finalmente se casaron. El primer evento de la pareja había sido una ceremonia íntima en Las Vegas. “Exactamente lo que queríamos. Anoche viajamos a Las Vegas, hicimos fila para obtener una licencia con otras cuatro parejas, las cuales hicieron el mismo viaje a la capital mundial de las bodas”, había dicho JLO luego de dar el sí.
Lo cierto es que faltaba la gran celebración y tuvo lugar este último fin de semana en la casa que Ben Affleck que está valuada en casi 9 millones de dólares. La comida que fue servida a los invitados consistió en barbacoa y platos típicos de Puerto Rico, como chuletas de cerdo, arroz y verduras. No faltó la comida sureña, como macarrones con queso y pollo asado.
Las miradas estaban puestas en Jennifer Lopez, porque había mucha expectativa por el vestido que iba a lucir la celebridad. Y no desentonó porque el vestido blanco elegido, con corte sirena, escote abierto en la espalda y una larga cola, fue diseñado por Ralph Lauren. En su cabeza había un velo transparente que, como ya es una costumbre en JLO, le dio un toque único a su look.
Si bien había código de vestimenta con un fuerte predominio del blanco, Affleck lució un outfit black and white. Escogió un elegantísimo smokin con chaqueta, camisa blanca y pajarita y pantalón negro. En las redes sociales uno de los comentarios que más se repitió era lo elegante que estaba la pareja.
Al momento de ingresar, la pareja caminó por una larga alfombra blanca seguidos de cerca por sus respectivos hijos. Violet, Seraphina y Sam, son los hijos del actor; y también estuvieron los gemelos Emme y Max que Jennifer Lopez tuvo con el cantante Marc Anthony. Según el medio Daily Mail, los recién casados fueron recibidos al grito de “Bennifer”, el popular apodo de la pareja.