Paul McCartney es un artista conocido en el mundo entero no sólo por haber sido parte de la emblemática banda The Beatles, sino también por su propia carrera como solista luego de la disolución del grupo inglés. El reconocido cantautor sigue pisando escenarios y es un referente indiscutido.
El artista inglés siempre será un ex The Beatles, porque como banda influyente de la música moderna, Paul McCartney ocupará un lugar destacado en la historia musical. Sin embargo, esto no siempre trae aparejado el glamour y la fama, sino algunas situaciones que no son agradables.
Una de las situaciones que Paul padeció, según el propio músico ha blanqueado, fue cargar con apodos. Tanto la prensa como los fanáticos eligieron esos apodos en los años sesenta según alguna característica. Así fue que John Lennon fue nombrado el Beatle talentoso, Harrison era el Beatle callado y Ringo era el Beatle divertido y a Paul McCartney le dieron el apodo de del Beatle lindo.
"Lo odiaba. Esto pasaba: Alguien decía, 'él es el lindo' y yo les respondía, 'no, no lo soy. No me llamen así. Lo odio'. Pero una vez que se dice, se pega", dijo Paul McCartney en una charla con Howard Stern. "Nunca pensé que fuera lindo, supongo que algunas personas sí", dijo el artista renegando del apodo.
Si bien para cualquier persona sería un halago, Paul McCartney lo padecía porque consideraba que se minimizaba su trabajo y todo quedaba sujeto a su apariencia física. Sin embargo, varias décadas atrás, George Harrison dio a entender el ex Beatle era el que tenía mejor suerte con las mujeres justamente por su “buena apariencia".