Taylor Swift se ha consagrado como una de las artistas más talentosas de su generación lo cual le ha permitido recorrer el mundo presentando sus canciones y sus increíbles shows. Sin embargo, lo que para cualquier persona esto significa una vida sin contratiempos, para ella esto le ha traído algunos problemas.
Una confesión de Taylor Swift ha sorprendido y conmocionado a sus fanáticos. Fue en un coloquio con el cineasta Mike Mills en donde la cantante confesó que tuvo el síndrome del impostor mientras dirigía All Too Well: The Short Film. En la presentación del cortometraje que fue en el Festival de Cine de Tribeca de la ciudad de Nueva York, la joven contó que siempre fue muy curiosa. “Siempre estaba buscando, aprendiendo y tratando de absorber todo lo que podía".
"Tenía en mi cabeza el síndrome del impostor diciéndome 'Tú no haces eso, hay personas que han estudiado para dirigir'", dijo Swift. Mientras ella desarrollaba la idea, fue interrumpida por Mike Mills y le dijo: "Yo no fui a clase para hacer esto". A lo que la cantante le respondió con cierto alivio: "¡Oh! Es fantástico saber eso. Me hace sentir mejor".
Una vez estrenado el cortometraje y luego de haberse introducido en ese mundo, Taylor Swift confesó que se siente muy atraída por el cine a punto de que le gustaría escribir y dirigir. “Me encantó hacer una película tan íntima con un equipo relativamente pequeño, solo un grupo realmente sólido de personas en las que confiaba", explicó.
Feliz por la experiencia, Taylor Swift contó que participar del set como directora le dio mucha satisfacción. “Me convertí en una especie de agente secreto para que no descubrieran lo que estábamos haciendo. Todo se discutía y decidía usando palabras clave. Soy un poco rara", confesó la cantante.