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Lupillo Rivera rompe el silencio sobre Belinda y revela la razón de su ruptura

El cantante abrió su corazón y contó cómo fue su relación con la intérprete de “Cactus”, además de explicar el verdadero motivo de su separación.

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Ciudad de México - El cantante recordó cómo inició la historia de amor con la intérprete de “Cactus”, los momentos más especiales que vivieron y el instante en que decidió poner punto final a la relación.

Lupillo Rivera sorprendió a sus seguidores al hablar abiertamente sobre uno de los capítulos más comentados de su vida personal: su relación sentimental con Belinda. Aunque durante años circularon rumores y versiones encontradas sobre aquel romance, el cantante de 53 años decidió contar su versión sin reservas, revelando detalles inéditos y, sobre todo, la verdadera razón por la que todo llegó a su fin.

Un flechazo en “La Voz México”

El intérprete de música regional mexicana relató en el pódcast Buena vibra que la chispa entre ambos surgió en 2019, cuando coincidieron como coaches en el reality show La Voz México. 

A partir de ese momento, comenzaron a pasar más tiempo juntos y, poco a poco, la relación se fue consolidando hasta convertirse en un noviazgo que duró alrededor de siete meses.

Convivencia familiar y planes a futuro

Lupillo destacó que la relación con Belinda fue mucho más allá de simples salidas o encuentros casuales. La cantante llegó a convivir con sus hijos y se mostró ilusionada con la idea de formar una familia. Incluso, según Rivera, le expresó su deseo de convertirse en madre y de tener gemelas junto a él.

Para el cantante, ese gesto fue muy significativo, pues representaba que Belinda veía en él la posibilidad de una vida estable, algo que lo llenó de esperanza y lo motivó a involucrarse aún más en la relación.

El tatuaje del amor

Uno de los episodios más recordados de este romance fue el tatuaje que Lupillo se hizo en el brazo con el rostro de Belinda. En su momento, aseguró que jamás se lo borraría, como una muestra de lo mucho que significaba para él. Sin embargo, las circunstancias hicieron que esa promesa no se cumpliera.

El propio Lupillo explicó que, tras la separación, su hijo se molestó tanto con lo ocurrido que decidió rayar el tatuaje. Ante esa situación, Rivera optó por acudir con un especialista para que lo borraran, dejándolo exactamente como su hijo lo había marcado, a manera de símbolo del cierre de esa etapa.

El final inesperado

Aunque el romance parecía ir viento en popa, todo se derrumbó en un solo instante. Lupillo contó que el final llegó cuando vio a Belinda tomada de la mano de otro hombre mientras se dirigían a tomar un avión rumbo a Miami.

A pesar de lo doloroso del momento, Rivera aseguró que no guarda rencor y prefiere quedarse con los buenos recuerdos de lo que vivieron juntos.

Un romance discreto, pero real

El cantante también quiso dejar claro que su relación con Belinda no fue un simple rumor. Afirmó que tanto los padres de la intérprete como su equipo de trabajo estaban al tanto de lo que sucedía entre ellos. No obstante, reconoció y respetó la forma en que la familia de Belinda decidió manejar la situación de manera discreta y conveniente para la carrera de la cantante.

Tiempo después, Belinda comenzaría su sonada relación con Christian Nodal, con quien incluso llegó a comprometerse, aunque la historia también terminó de manera inesperada.

Lupillo y su presente

Más allá de recordar este episodio amoroso, Lupillo Rivera también habló de su estado actual, confesando que atraviesa por un problema de salud que podría poner fin a su carrera musical.

El cantante explicó que padece un delicado padecimiento en ambos oídos que no tiene cura. Aunque sabe que su tiempo en los escenarios podría ser limitado, afirmó que "morir cantando sería para él la mayor bendición"

Un capítulo que quedará en la memoria

Con esta confesión, Lupillo no solo cerró un ciclo de rumores y especulaciones, sino que también mostró una faceta más humana y vulnerable. Para él, aquel romance con Belinda fue un episodio lleno de aprendizajes, ilusiones y momentos que, aunque quedaron en el pasado, siempre formarán parte de su historia personal.