El actor mexicano, Pablo Montero, se pronunció públicamente tras ser acusado de agredir físicamente a la influencer Elda María, por presuntamente negarse a tener intimidad con él.
Luego de haberse presentado este fin de semana en un casino de Monterrey, Nuevo León, el famoso fue abordado por la prensa, con quienes habló acerca de la denuncia que interpuso en su contra la ex de Rafa Mercadante.
“Así se los digo, por la memoria de mis hermanos y mi papá, eso no es por ahí. Y ni es mi estilo, ¿no? A mí me gusta disfrutar de una persona, pero al 100. Yo no voy a caer en este jueguito de una farsa”, señaló Montero.
“Y si fuera algo, como ya se los dije, que tengo que aclararlo y tengo que hablar con la gente, o con las cámaras, con público, sobre este tema, lo haría con mucho gusto, como lo estoy haciendo ahorita, pero no hay nada que hablar, la verdad. A veces me da risa de lo que se dice. Como lo que me queda decir, porque por ahí no es el tema si tú supieras, ¿no?”, añadió.
Pese a que no ha sido claro con lo ocurrido, rechazó conocer a Elda. Sin embargo, al solicitarle su versión de los hechos, Pablo respondió:
“Pues ya está. Yo no voy a seguir el pie a eso. O sea, mal haría si te contestaría, y si se siguiera esta plática, porque no va por ahí, ni lo voy a hacer, ni tengo por qué seguir un jueguito, ni una farsa que no es”, declaró.
Elda María acusa a Pablo Montero de agredirla
La influencer Elda María, acusó a Pablo Montero de haberla agredido tras negarse a tener intimidad con él. Además, otra mujer, presentó su denuncia formalmente ante las autoridades mexicanas en Quintana Roo.
Según el programa de Venga la Alegría, la joven conocida en redes por su a relación con Rafa Mercadante, se presentó en la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México para denunciar al cantante.
De acuerdo con medios nacionales, Elda María reveló que el día de las agresiones, Pablo Montero no pagó la cuenta del restaurante.
“Fuimos a Rosa Negra y empezó a pedir su ceviche que le encanta. Y una mezcalita porque le encanta el mezcal y yo un tequilita y va, ya, la cuenta. Él se fue al baño y yo dije: ‘este güey, seguramente ya no va a pagar’. Y me dijo el mesero: ‘ay, ya no va a pagar este Pablo’”, relató.
“Regresa y me dijo: ‘¿ya está pagada la cuenta?’. Y le dije: ‘No, págala tú’. Pasó dos veces la tarjeta, que se la habían bloqueado y yo pagué. O sea, no pagó. No le gusta pagar. Le encanta que todo le pague”, añadió.