Snoop Dogg es un conocido rapero, productor y actor estadounidense. Producto de su talento y originalidad a la hora de hacer música, es un artista muy exitoso en el hip-hop dentro del Gangsta rap. Su particular estilo de vida lo ha llevado varias veces a tener problemas con la ley.
No sólo fue de los primeros músicos del rap en involucrarse en producciones pornográficas, sino que un hecho de los años ’90, lo vincula con la reina Isabel II de Inglaterra. En 1993, el reconocido rapero publicó su primer álbum, Doggystyle, y alcanzó la fama sin escalas, llegando al primer puesto en la lista Billboard’s Hip Hop.
Nada parecía salir mal para Snoop Dogg pero un nuevo hecho policial lo dejaría muy mal parado ante la opinión pública. Fue arrestado por acusarlo de estar involucrado en el asesinato de un joven llamado Phillip Woldermarian, quien era miembro de una banda rival. Durante la pelea había recibido un disparo de McKinley Lee, guardaespaldas de Snoop.
Todo se aclaró en 1996, pero dos años antes, pisaba Inglaterra ya era vetado de varios lugares. Incluso, se debatía si se lo debía expulsar oficialmente. Así lo contó el propio Snoop Dogg en un fragmento de una entrevista que compartió en Instagram luego de saberse la noticia del fallecimiento de la monarca.
“Echen a ese maldito bastardo” fueron algunas de las cosas que debió escuchar el músico. Sin embargo, cuenta lo siguiente: “adivina quién salió en mi defensa: La Reina. Ella dijo ‘este hombre no ha hecho nada en este país, puede venir. Cuando la reina habla…”, continuó sobre la intervención de la reina Isabel II. Entre las razones, cree que su música era una de las favoritas de su nieto Harry, y fue William quien le solicitó a su abuela que solucionara el conflicto y así logró quedarse en el Reino Unido.