Salma Hayek es una de las celebridades mexicanas más queridas y talentosas que se hayan visto en la pantalla. Dueña de una belleza con rasgos muy particulares, la actriz participó de “El Pistolero”, en 1995 cuando tenía algunos años de carrera.
La película tenía escenas de alto voltaje y la mexicana debía grabar con Antonio Banderas. A 17 años del estreno, recordó cómo fue el rodaje en la intimidad con el actor, algo que no había hecho hasta ese momento. “Yo nunca había hecho algo de ese tipo, así que cuando íbamos a empezar a grabar comencé a sollozar”, en el podcast Armchair Expert.
En el relato, Salma Hayek reconoce que le tenía “miedo” a su compañero. “Él es absolutamente un caballero, todavía somos buenos amigos, pero era muy libre, así que me asustaba porque él estaba como si nada y yo nunca había estado en una situación como esa”, contó. Las inseguridades de la actriz eran por su nula experiencia en este tipo de escenas, y porque llevaba poco tiempo en la actuación.
“Me asustó que para él fuera tan sencillo. Me puse a llorar y él me dijo: ‘Dios mío. Me estás haciendo sentir fatal’. Yo estaba tan avergonzada de estar llorando”, agregó la actriz sobre el diálogo que mantuvo con Banderas. “No estaba soltando la toalla”, dijo.
La escena debía grabarse igual, por lo que se recurrió a algunas estrategias para llevar adelante el rodaje. “Intentaban hacerme reír”, reveló Hayek. “Hicimos lo mejor con lo que podíamos hacer en ese momento”, agregó. Pese a todos estos inconvenientes, la química con Antonio Banderas se transmitió a través de la pantalla.