Britney Spears logró terminar con la tutela de su padre tras varios años de lucha. Al poco tiempo de quedar “libre” apostó por su amor con Sam Asghari y se casó, pero la celebración tuvo una curiosa interrupción. Se trató del ex marido de la cantante, Jason Alexander, quien quiso participar de la boda. Cabe recordar que estuvieron casados muy poco (apenas unas horas), en 2004.
Alexander y la Princesa del Pop eran amigos en la infancia, luego tuvieron en muy breve matrimonio y hasta quiso ser parte de la boda de Spears con Sam Asghari. De hecho, desde su cuenta de Instagram transmitió su redada. Y nada salió bien para el ex de la cantante porque actualmente está en prisión y según las últimas noticias, no saldrá a la brevedad, sino por el contrario, algunos testimonios complicaron su situación.
El lunes, después de una audiencia preliminar de dos horas, el juez David Worley encontró suficientes pruebas contra Jason Alexander, el ex de Britney Spears. El hombre de 40 años deberá responder por cargos, junto con los delitos menores de allanamiento de morada, vandalismo y agresión, según muestran los registros judiciales.
La decisión se toma luego de que el ex de Britney Spears se presentara sin invitación a la boda con Sam Asghari e irá a juicio por un delito grave de acoso. Pero hay más: un ex guardia de seguridad de la Princesa del Pop, Richard Eubler, complicó más a Alexander.
En la audiencia del lunes, dijo que el ex marido entró en la casa de la estrella días antes del casamiento, que se celebró el 9 de junio, y subió hasta la habitación, pero la puerta estaba cerrada. Aunque ella habría estado adentro. Para tranquilidad de Britney Spears, su ex sigue tras las rejas.