Jennifer López desde pequeña supo que quería dedicarse al mundo del entretenimiento y al mundo musical. Este mismo era casi un sueño y uno casi inalcanzable para una joven latina, donde en aquel entonces vivía con sus padres y sus dos hermanas en un departamento en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos.
Su madre se llama Guadalupe Rodriguez y se desempeñaba como maestra de escuela, la cual presionaba de manera dura a JLO para que asistiera a la universidad, en la cual llegó a matricularse tras graduarse en el instituto, pero solamente duró un semestre. Finalmente la interprete de “On the floor” se mudó a Manhattan para poder estudiar música cuando la situación en su hogar se volvió insostenible, ya que ambas vivian discutiendo todo el tiempo, a veces su madre tendía a resolver los problemas con golpes.
“Ella hizo todo lo necesario para sobrevivir y gracias a ello se volvió más fuerte, pero también la hizo más dura. Mi mamá siempre me dejó claro que, si quería seguir viendo bajo su techo, tenía que continuar con mis estudios. Una noche tuvimos una pelea más fuerte de lo normal y me marché” confesó la diva del Bronx en su nuevo documental que ya se encuentra disponible en Netflix.
La primera en reconocer que no fue una madre perfecta y que siempre fijó expectativas altas para sus hijas, fue Guadalupe. Y cabe destacar que esa presión es justificable ya que ella quería lo mejor para Jennifer y sus hermanas, dado que lo hacía pensando siempre en el bienestar para estas muchachas.
“No quería ser demasiado crítica. Solo quería demostrarles que podían mejorar. Jennifer fue la que más difícil me lo puso, si soy totalmente sincera. Discutíamos micho” explico en la nueva producción de Netflix, que se titula “Jennifer López: Halftime”, el mismo habla sobre su carrera multifacética y la presión de la vida bajo los reflectores. Este intimo documental dura 1 hora y 36 minutos.