Christina Aguilera, una de las cantantes más importantes del mundo tuvo vaivenes con su cuerpo luego del nacimiento de su primer hijo. Acostumbrada a lucir una figura con curvas, pero sobre todo por no sentirse cómoda con su cuerpo, no la pasó bien.
Todo se remonta al 2008 cuando dio a luz a su primer hijo y por cuestiones obvias, su cuerpo se modificó. Si bien al principio se sentía a gusto, luego su cuerpo volvió a modificarse y apostó por un entrenamiento con Tee Sorge para ponerse en forma. Hay que decir que hoy en día se la ve muy conforme según lo que muestra en Instagram.
Nuevamente, y tras divorciarse, Aguilera sintió el deterioro en medio de una agenda apretada de trabajo y muchas exigencias. Hasta que en 2013 decidió priorizarse y retomó su rutina de ejercicios físicos. Pero además lo complementó con una dieta para controlar su alimentación.
Según se supo, Christina Aguilera contrató un servicio de comidas para poder controlar la cantidad de calorías que comía por día. Hasta habría probado la dieta de colores, que consiste en elegir alientos para consumo diario en función de una paleta de colores. También declaró ejercer su propio autocontrol, frecuentando menos restaurantes y monitoreando sus porciones.
En lo que respecta a la rutina de ejercicios físicos de Aguilera, arranca en la cinta caminando unos 15 o 20 minutos. Luego hace hincapié en los bíceps y tríceps porque es la zona donde más se observa la flacidez cuando la pérdida de peso es rápida. Este método viene captando cada vez más adeptos y para quien quiera empezar a desarrollar hábitos, puede hacerlo desde su casa.