Bad Bunny había dicho el año pasado que este año quería tener mayor tranquilidad y que iba a tomarse las cosas con más calma. Ya había arrancado mal el año cuando una fanática quiso tomarse una selfie y él enfureció arrojando el celular a varios metros. Recibió muchas críticas pero él sostuvo su postura y no pidió disculpas.
Ahora aparece otro conflicto que viene ocupando lugares en los principales medios de espectáculos y en las redes sociales con versiones de todo tipo que se ven en Instagram. Y es la demanda que le inició su ex novia, Carliz de la Cruz, con quien estuvo a punto de casarse en 2016 luego de cinco años de relación, aproximadamente.
Por motivos que no se conocen del todo bien, Carliz de la Cruz y Bad Bunny tuvieron una fuerte crisis de pareja que derrumbó sus planes sin volver a retomarlos nunca más. Lo cierto es que nunca se refirieron públicamente a la separación, por lo que ahora con la demanda en curso y las fricciones propias de un litigio, habrá que ver si no se dan a conocer algunos detalles.
A través de sus abogados, la joven acusa a Bad Bunny de de usar su voz sin su consentimiento y lo acusa de por daños y perjuicios, derechos de imagen y derechos morales de autor. Según el documento presentado, la voz de Carliz diciendo “Bad Bunny Baby” en canciones como “Pa’ ti” y “Dos mil 16? y en conciertos por Estados Unidos, Latinoamérica y Estados Unidos se usó sin llegar a un acuerdo previo.
De acuerdo a la acusación, el equipo de Bad Bunny le ofreció 2 mil dólares como compensación. Poco antes de lanzar el disco “Un verano sin ti”, en mayo del 2022, Carliz De la Cruz habría rechazado esa oferta. Con el disco sonando y una dura acusación, reclama 40 millones de dólares por parte del Conejo Malo.